Día 2

Si ayer fue un festival de solos, hoy ha sido un monográfico de dúos. Mucho más físico, de hecho estoy hecho polvo y magullado hoy, pero igual de edificante. Parecía una clase de lambada, con tanta cadera pegada. Muchísimo trabajo del centro y de los músculos periféricos. Por la tarde, un poquito de aikido y de "ritmo latino" a cargo de Sebastian, para adquirir más recursos, aparte del minimalismo extremo, característico de los dos profes alemanes.
Mi lección de hoy:
Los que viven en países fríos bailan muy suave, y los que viven en zonas más cálidas danzan de una forma más agresiva. Pienso que sería más útil al contrario, que yo me jarto de sudar, y ellos se mueren de frío.